jueves, 29 de agosto de 2013

LARGA VIDA A LA RADIO! LARGA VIDA A RADIO FURGÓN!


A 93 años de los "Locos de la Azotea"... A 93 años de la primera transmisión radial... A 93 años de la puesta en marcha de este formato comunicacional que nos apasiona... Y a 3 años del debut del nuestro vagón alternativo...

Larga vida a la Radio! Larga vida a Radio Furgón!

NUESTRA PREHISTORIA

Quienes hacemos Radio Furgón somos dos estudiantes egresados de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, unidos por la pasión que nos genera la radio – esa exploración constante de la imaginación- y por la creencia de que modelos de radiodifusión alternativos resultan de gran aporte al desarrollo cultural de una comunidad.

El tiempo nos ha encontrado conduciendo un programa de radio llamado Buenos Por Conocer, idea del productor italiano Tito Lombardi. Este ciclo lo iniciamos en el año 2007, en una emisora de baja frecuencia (¿FM barrial? ¿Alternativa? ¿Trucha? Nunca supimos bien lo que la definía) de la localidad bonaerense de San Martín. De un momento a otro la autoridad de esta radio dispuso su dirección en las manos, el intelecto y la voz de un profesional del medio, profesión que pudimos constatar cuando éste se presentó ante nosotros exhibiendo su tarjeta de negocios: debajo de su nombre se leían los títulos de “Locutor Nacional” y “Profesor de Educación Física”. Pero el Profesor de Educación Física quería hacer de esta radio una empresa, una pequeña y/o mediana empresa mediática, basándose en las (sus) premisas de que el mundo de la radio, desde sus orígenes ha sido ideado y administrado por profesionales y empresarios que persiguen la acumulación a través de la venta de publicidad y de espacios: un modelo radial con pocos puntos de encuentro con nuestra "idea de radio". Entonces, lo primero que reflexionamos fue si al Profesor le habían contado la historia sobre los “Locos de la Azotea”. Probablemente no... De todos modos, no nos fuimos de esa radio desilusionados, al contrario: aprendimos lo que no queremos hacer de una radio alternativa. Aún más, la salida de esa reunión significó nuestra entrada al proyecto de Radio Furgón, una idea que masticamos luego en Radio Atómika, una gran radio de San Martín cuya coherencia artística y posicionamiento ideológico nos enseñó la importancia de la acción.

De “los locos de la azotea” a los soñadores del furgón

Cuando el erudito del mini mercado radiofónico se refería a la esencia de la radio y nos excluía categóricamente de cualquier intento de comprensión del fenómeno, su conocimiento nutrido de entonaciones graves dejaba pasar (o directamente no registraba) una “simple” historia… La “simple” trama, paradoja mediante, de los orígenes de la radio…

Una noche de agosto de 1920, Enrique Telémaco Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza coparon la terraza del Coliseo, instalaron un micrófono para sordos (al que le habían agregado una bocina), un transmisor de 5 vatios (que por lo precario parecía atado con alambres) y una antena entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y Charcas. Gracias a este experimento, pudo escucharse la primera transmisión en vivo que se hizo a nivel mundial. Los llamaron "Los locos de la azotea" pues desde las terrazas buscaban obstinadamente lograr que las voces y los sonidos atravesaran el éter y llegaran a las personas.

No obstante, es entendible que el Profesor desconozca estos principios exploratorios y fundacionales, pues para él y sus discípulos los orígenes se hallaban, seguramente, en la proliferación de una industria que ofrecía un adorable fetiche mercantil.

Indudablemente, estas dos versiones disímiles nos ayudaron a reflexionar acerca de que tipo de vagón debíamos construir para iniciar nuestro viaje. Y no tardamos mucho en coincidir que el mismo merecía ser el furgón: un vagón sin asientos, desestructurado, popular, plural; un vagón en el cual se pueda ingresar con o sin boleto; un vagón donde entraran muchas más personas; un vagón donde las voces puedan colgarse sobre la marcha con la certeza de que sus puertas permanecerán abiertas; un vagón “alternativo” al tren: ¡un furgón!

Nuestros lejanos amigos de la azotea, se subieron alguna vez sin tapujos a la libertad, creación y exploración. En ese entonces, aunque el término no estaba de moda, representaban una expresión… ¿De lo alternativo? Quienes hacemos Radio Furgón, si bien no podemos compararnos con ellos, procuramos al menos rescatar el espíritu de experiencia libre y creativa que los “cuerdos” de la empresa les robaron a aquellos “locos”. En este sentido, somos una suerte de soñadores que invitamos a otros tales a subirse a este furgón alternativo cuya ruta tiene un principio difuso y un fin infinitamente inexistente…Pero aún necesitamos poblar cada vez más nuestro vagón, porque estamos convencidos que es posible avanzar en el proyecto de una comunicación más “loca” que “cuerda”, aunque más libre que esclava…

Durante el viaje escuchamos rock

En Radio Furgón “hacemos radio al andar”… Pero no nos conformamos con la vieja “ilusión mcluhiana” de que lo alternativo puede surgir del mismo medio. Buscamos, en cambio, un campo mucho más amplio donde el medio –en tanto soporte tecnológico en sí mismo- ya no es el único objeto en el que se focaliza lo comunicacional.

Transitando este camino -quizás el más largo- iniciamos nuestro viaje por las vías de internet en Agosto de 2010. Desde aquel momento, trabajamos en forma paralela en la construcción de las instalaciones de Radio Furgón que, a partir el 15 de Marzo de 2012, podemos disfrutar plenamente. Hoy, nos enorgullece contar con el flamante estudio de radio “Joey Ramone” y con el sector de bandas “Pocas Palabras”, con equipos para tocar en vivo durante cualquier transmisión radial.

Nuestro camino se construye al andar. Paradoja o no del destino, partimos de una estación virtual, soporte que hoy representa el punto de llegada de las trasmisiones radiales. Por eso coreamos la canción de La Renga -idea también de Nieztche -: “...El final es donde partí...". Y ahí vamos… Y sabemos que transitar el camino de lo alternativo es una tarea sumamente compleja, controvertida y que necesitamos música que nos acompañe, no sólo como un fondo pasivo, sino también como un frente activo en producción artística…

¡Esa música es el Rock! Y los que estén en el camino, ¡bienvenidos al furgón!

¡Más libres que esclavos!

El 27 de agosto de 1920 se realiza en Argentina la primera emisión de radio. Un grupo de jóvenes radioaficionados son los responsables de poner al aire la Ópera Parsifal de Wagner desde el teatro Coliseo de Buenos Aries y pasaron a la historia con el nombre de “Los locos de la azotea”. Se trataba del medico Enrique Susini junto a tres estudiantes de medicina: su sobrino Miguel Mujica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza. Aun se discute si fue o no la primera transmisión radiofónica del mundo ya que por aquellos días algunas experimentaciones parecidas se estaban realizando en Estados Unidos y Europa. Pero más allá de esto, lo cierto es que en aquel 27 de agosto de 1920 se estaba dando inicio a la radiodifusión ya que desde el Coliseo, en aquella oportunidad, se realizo una transmisión con la finalidad de ser captada por un público masivo, con intenciones de continuidad y sin objetivos exclusivamente bélicos. Aquel 27 de agosto de 1920 entre las 21 y la medianoche, Enrique Susini daba el puntapié inicial a aquella historia: “Señoras y señores: la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara Cesar, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma ´, dirigida por el Maestro Felix Von Weingarten”.
locos

El mundo estaba revolucionado por aquellas primeras décadas del Siglo XX. En 1917, desde Rusia llegaba la noticia de que una gran Revolución llevaba a los trabajadores al poder dirigidos por el Partido Bolchevique. Esta gesta daba inicio a un enorme proceso revolucionario en Europa que llegará hasta el corazón de Alemania, donde su poderosa clase obrera, también como en Rusia, pone en pie sus propios organismos de poder, los soviets o consejos obreros, y jaquea a las clases dominantes en ese país. En Argentina, en 1918, los estudiantes cordobeses, despiertan la simpatía de Latinoamérica y el mundo, cuestionan el régimen elitista y oscurantista de la educación superior e imponen una Reforma Universitaria. Un año después, en 1919, los obreros de la fabrica metalúrgica Vassena en el barrio de Pompeya en Buenos Aires, encabezan el levantamiento conocido como “La Semana Trágica”, aplastada a sangre y fuego por el gobierno radical de Hipólito Irigoyen. Nuestro país no estaba ajeno al “espíritu de la época”. Contradictoriamente el proyecto “modernizador” de la oligarquía argentina y su modelo agro exportador sentaba las bases para el surgimiento de una nueva clase obrera, en su mayoría inmigrante, que traía a estas tierras la inspiración de nuevas ideas, como las socialistas o las anarquistas. Surgía una fuerte clase media urbana, fundamentalmente en Buenos Aires, que se transformaba en vehiculo de lo mas avanzado de la ciencia y la técnica, de la cultura a nivel mundial, con aspiraciones de ascenso social y una voluntad innovadora y creativa.

“’Los locos de la azotea’ serán hijos de aquellos años”. Su invención experimental, la Radio, también. Desde entonces, La Radio penetró en la vida de millones de personas y se transformó en el medio de difusión e información por excelencia, que solo fue alcanzado por la aparición y posterior masificacion de la televisión. La vida social, cultural y política del país tuvo a la radio como instrumento y testigo ineludible. Hoy, a pesar del lugar ocupado por la televisión, el desarrollo de las telecomunicaciones y los medios digitales, La Radio sigue teniendo un alto nivel de inserción en la vida social. Se calcula que le 99 por ciento de los hogares argentinos tiene un radio-receptor.

Esto choca con otra realidad, que es la monstruosa concentración de los medios de información y difusión en manos de un puñado corporaciones y grupos que concentra la propiedad de los llamados multimedios. Si bien es una tendencia internacional, basta poner solo algunos ejemplos en Argentina donde dos grupos como Clarín y Telefónica mantienen el control más importante sobre el sistema infocomunicacional, a través de la telefonía básica y celular, Internet, televisión, radios, diarios y papel prensa, entre otras cosas. Esto representa una verdadera amenaza contra la más amplia libertad de expresión, para que verdaderamente se expresen las necesidades y los sueños de los trabajadores y mayoría de la sociedad. Aquella invención genial de los “Locos de la azotea” en 1920, será profundamente homenajeada y tomara un nuevo y mas profundo valor cuando millones de voces acalladas encuentren que se merecen en la Radio y en los medios de comunicación.

La metáfora de Joey y Ronnie

No resulta, en absoluto, consecuencia del azar el hecho de recurrir a Joey Ramone y Ronnie Biggs, así como hemos apuntado anteriormente a los “Locos de la Azotea”. Indudablemente, la elección es arbitraria y, más que como una operación para revindicar virtudes y principios, funciona como una suerte de metáfora de nuestros sueños radiofónicos.

Por tal motivo, por un lado aparece nuestro “profeta” varias veces desterrado Ronnie Biggs, autor del llamado “Robo del siglo” a un tren en las afueras de Londres, donde la astucia y el ingenio creativo transformaron a la violencia de un robo en una suerte de obra artística del delito. Obviamente, repudiamos cualquier manifestación delictiva. No obstante, rescatamos alegóricamente, la creatividad, la obra proyectada y, por supuesto, el tren (¡el furgón!) que Ronnie desenganchó y dejó tirado en Villa Ballester junto a sus relaciones con los Sex Pistols, The Clash, Die Toten Hosen e, incluso, Los Violadores.


Por otra parte aparece nuestro tan querido Joey Ramone, ejecutor de una obra en apariencia simple, aunque profunda y rica en varios aspectos. Aquella importancia de la acción en tanto simultaneidad de la teoría, aquella premisa implícita del “hágalo usted mismo”, terminó por convertir a tres acordes en una obra de un valor (al menos para nosotros) inconmensurable. Y en Radio Furgón buscamos, aunque sin las aspiraciones de “pasar a la historia”, generar un espacio donde lo humilde, y en apariencia simple, se transforme en un proyecto duradero y sólido que, más allá de toda teoría, persiga la acción y puesta en práctica de nuestros anhelos radiofónicos.