Radio Furgón “se hace Radio al andar...”. Esa es la acción
que mejor describe este proyecto de radio alternativa que inicia su viaje
recorriendo las vías de Internet e invitando a producciones independientes,
Organizaciones no Gubernamentales, investigadores de las Ciencias Sociales y
otras manifestaciones del arte y la cultura. Nuestras coordenadas son la
libertad de expresión y el derecho al libre acceso y distribución de la
información, la inclusión social, la creatividad y el Rock and Roll en todas
sus vertientes. Decimos que hacemos radio al andar, como el “caminante hace
camino al caminar”, porque creemos que -más allá de algunos destinos inciertos-
es importante privilegiar la acción que le da forma a un sueño, es importante
iniciar el viaje hacia su concreción...
De "Los Locos de la Azotea " a los soñadores del furgón
Quienes hacemos Radio Furgón somos un grupo de personas
unido por la pasión que nos genera la radio – esa exploración constante de la
imaginación- y por la creencia de que modelos de radiodifusión alternativos
resultan de gran aporte al desarrollo cultural de una comunidad.
La “simple” trama, paradoja mediante, de los orígenes de la
radio nos ayudó a reflexionar acerca de que tipo de vagón debíamos construir
para iniciar nuestro viaje:
Una noche de agosto de 1920, Enrique Telémaco Susini, Miguel
Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza coparon la terraza del Coliseo,
instalaron un micrófono para sordos (al que le habían agregado una bocina), un
transmisor de 5 vatios (que por lo precario parecía atado con alambres) y una
antena entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y Charcas. Gracias a
este experimento, pudo escucharse la primera transmisión en vivo que se hizo a
nivel mundial. Los llamaron "Los locos de la azotea" pues desde las
terrazas buscaban obstinadamente lograr que las voces y los sonidos atravesaran
el éter y llegaran a las personas.
Consideramos este acontecimiento como un suceso disímil a la
proliferación de una industria que ofrecía un adorable fetiche mercantil. Y no
tardamos mucho en coincidir el vagón que anhelábamos merecía ser el furgón: un
vagón sin asientos, desestructurado, popular, plural; un vagón en el cual se
pueda ingresar con o sin boleto; un vagón donde entraran muchas más personas; un
vagón donde las voces puedan colgarse sobre la marcha con la certeza de que sus
puertas permanecerán abiertas; un vagón “alternativo” al tren: ¡un furgón!
Nuestros lejanos amigos de la azotea, se subieron alguna vez
sin tapujos a la libertad, creación y exploración. En ese entonces, aunque el
término no estaba de moda, representaban una expresión… ¿De lo alternativo?
Quienes hacemos Radio Furgón, si bien no podemos compararnos con ellos,
procuramos al menos rescatar el espíritu de experiencia libre y creativa que
los “cuerdos” de la empresa les robaron a aquellos “locos”. En este sentido,
somos una suerte de soñadores que invitamos a otros tales a subirse a este
furgón alternativo cuya ruta tiene un principio difuso y un fin infinitamente
inexistente…Pero aún necesitamos poblar cada vez más nuestro vagón, porque
estamos convencidos que es posible avanzar en el proyecto de una comunicación
más “loca” que “cuerda”, aunque más libre que esclava…
Durante el viaje escuchamos Rock
En Radio Furgón “hacemos radio al andar”… Pero no nos
conformamos con la vieja “ilusión mcluhiana” de que lo alternativo puede surgir
del mismo medio. Buscamos, en cambio, un campo mucho más amplio donde el medio
–en tanto soporte tecnológico en sí mismo- ya no es el único objeto en el que
se focaliza lo comunicacional.
Transitando este camino -quizás el más largo- iniciamos
nuestro viaje por las vías de internet en Agosto de 2010. Desde aquel momento,
trabajamos en forma paralela en la construcción de las instalaciones de Radio
Furgón que, a partir el 15 de Marzo de 2012, supimos disfrutar plenamente: el
estudio de radio “Joey Ramone” y con el sector de bandas “Pocas Palabras”, con
equipos para tocar en vivo durante cualquier transmisión radial.
Para potenciar lo logrado y seguir creciendo, a principios
de 2016, mudamos las instalaciones a un nuevo espacio situado en Vicente López
3384 (Villa Ballester), desarrollamos y modernizamos el estudio Joey Ramone,
incorporamos nueva tecnología, ampliamos la grilla de programación, consolidamos
el Staff, iniciamos el desafío de organizarnos institucionalmente.
Nuestro camino se construye al andar. Paradoja o no del
destino, partimos de una estación virtual, soporte que hoy representa el punto
de llegada de las trasmisiones radiales. Por eso coreamos la canción de La Renga -idea también de
Nieztche -: “...El final es donde partí...". Y ahí vamos… Y sabemos que
transitar el camino de lo alternativo es una tarea sumamente compleja,
controvertida y que necesitamos música que nos acompañe, no sólo como un fondo
pasivo, sino también como un frente activo en producción artística… ¡Esa música
es el Rock! Y los que estén en el camino, ¡bienvenidos al furgón!
La metáfora de Joey y Ronnie
No resulta, en absoluto, consecuencia del azar el hecho de
recurrir a Joey Ramone y Ronnie Biggs, así como hemos apuntado anteriormente a
los “Locos de la Azotea ”.
Indudablemente, la elección es arbitraria y, más que como una operación para
revindicar virtudes y principios, funciona como una suerte de metáfora de
nuestros sueños radiofónicos. Por tal motivo, por un lado aparece nuestro
“profeta” varias veces desterrado Ronnie Biggs, autor del llamado “Robo del
siglo” a un tren en las afueras de Londres, donde la astucia y el ingenio
creativo transformaron a la violencia de un robo en una suerte de obra
artística del delito. Obviamente, repudiamos cualquier manifestación delictiva.
No obstante, rescatamos alegóricamente, la creatividad, la obra proyectada y,
por supuesto, el tren (¡el furgón!) que Ronnie desenganchó y dejó tirado en
Villa Ballester junto a sus relaciones con los Sex Pistols, The Clash, Die
Toten Hosen e, incluso, Los Violadores. Por otra parte aparece nuestro tan
querido Joey Ramone, ejecutor de una obra en apariencia simple, aunque profunda
y rica en varios aspectos. Aquella importancia de la acción en tanto
simultaneidad de la teoría, aquella premisa implícita del “hágalo usted mismo”,
terminó por convertir a tres acordes en una obra de un valor (al menos para
nosotros) inconmensurable. Y en Radio Furgón buscamos, aunque sin las
aspiraciones de “pasar a la historia”, generar un espacio donde lo humilde, y
en apariencia simple, se transforme en un proyecto duradero y sólido que, más
allá de toda teoría, persiga la acción y puesta en práctica de nuestros anhelos
radiofónicos.
¡Más libres que esclavos!
El 27 de agosto de 1920 se realiza en Argentina la primera
emisión de radio. Un grupo de jóvenes radioaficionados son los responsables de
poner al aire la Ópera Parsifal de Wagner desde el teatro Coliseo de Buenos
Aries y pasaron a la historia con el nombre de “Los locos de la azotea”. Se
trataba del medico Enrique Susini junto a tres estudiantes de medicina: su
sobrino Miguel Mujica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza. Aun
se discute si fue o no la primera transmisión radiofónica del mundo ya que por
aquellos días algunas experimentaciones parecidas se estaban realizando en
Estados Unidos y Europa. Pero más allá de esto, lo cierto es que en aquel 27 de
agosto de 1920 se estaba dando inicio a la radiodifusión ya que desde el
Coliseo, en aquella oportunidad, se realizo una transmisión con la finalidad de
ser captada por un público masivo, con intenciones de continuidad y sin
objetivos exclusivamente bélicos. Aquel 27 de agosto de 1920 entre las 21 y la
medianoche, Enrique Susini daba el puntapié inicial a aquella historia:
“Señoras y señores: la
Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro
de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono
Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara Cesar, todos con la orquesta del
teatro Costanzi de Roma ´, dirigida por el Maestro Felix Von Weingarten”.
El mundo estaba revolucionado por aquellas primeras décadas
del Siglo XX. En 1917, desde Rusia llegaba la noticia de que una gran
Revolución llevaba a los trabajadores al poder dirigidos por el Partido
Bolchevique. Esta gesta daba inicio a un enorme proceso revolucionario en
Europa que llegará hasta el corazón de Alemania, donde su poderosa clase
obrera, también como en Rusia, pone en pie sus propios organismos de poder, los
soviets o consejos obreros, y jaquea a las clases dominantes en ese país. En
Argentina, en 1918, los estudiantes cordobeses, despiertan la simpatía de
Latinoamérica y el mundo, cuestionan el régimen elitista y oscurantista de la
educación superior e imponen una Reforma Universitaria. Un año después, en
1919, los obreros de la fabrica metalúrgica Vassena en el barrio de Pompeya en
Buenos Aires, encabezan el levantamiento conocido como “La Semana Trágica ”,
aplastada a sangre y fuego por el gobierno radical de Hipólito Irigoyen.
Nuestro país no estaba ajeno al “espíritu de la época”. Contradictoriamente el
proyecto “modernizador” de la oligarquía argentina y su modelo agro exportador
sentaba las bases para el surgimiento de una nueva clase obrera, en su mayoría
inmigrante, que traía a estas tierras la inspiración de nuevas ideas, como las
socialistas o las anarquistas. Surgía una fuerte clase media urbana,
fundamentalmente en Buenos Aires, que se transformaba en vehiculo de lo mas
avanzado de la ciencia y la técnica, de la cultura a nivel mundial, con
aspiraciones de ascenso social y una voluntad innovadora y creativa.
“’Los locos de la azotea’ serán hijos de aquellos años”. Su
invención experimental, la Radio ,
también. Desde entonces, La
Radio penetró en la vida de millones de personas y se
transformó en el medio de difusión e información por excelencia, que solo fue
alcanzado por la aparición y posterior masificacion de la televisión. La vida
social, cultural y política del país tuvo a la radio como instrumento y testigo
ineludible. Hoy, a pesar del lugar ocupado por la televisión, el desarrollo de
las telecomunicaciones y los medios digitales, La Radio sigue teniendo un alto
nivel de inserción en la vida social. Se calcula que le 99 por ciento de los
hogares argentinos tiene un radio-receptor.
Esto choca con otra realidad, que es la monstruosa
concentración de los medios de información y difusión en manos de un puñado
corporaciones y grupos que concentra la propiedad de los llamados multimedios.
Si bien es una tendencia internacional, basta poner solo algunos ejemplos en
Argentina donde dos grupos como Clarín y Telefónica mantienen el control más
importante sobre el sistema infocomunicacional, a través de la telefonía básica
y celular, Internet, televisión, radios, diarios y papel prensa, entre otras
cosas. Esto representa una verdadera amenaza contra la más amplia libertad de
expresión, para que verdaderamente se expresen las necesidades y los sueños de
los trabajadores y mayoría de la sociedad. Aquella invención genial de los
“Locos de la azotea” en 1920, será profundamente homenajeada y tomara un nuevo
y mas profundo valor cuando millones de voces acalladas encuentren que se
merecen en la Radio
y en los medios de comunicación.