A 93 años de los "Locos de la Azotea "... A 93 años
de la primera transmisión radial... A 93 años de la puesta en marcha de este
formato comunicacional que nos apasiona... Y a 3 años del debut del nuestro
vagón alternativo...
Larga vida a la Radio ! Larga vida a Radio Furgón!
NUESTRA PREHISTORIA
Quienes hacemos Radio Furgón somos dos
estudiantes egresados de la
Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos
Aires, unidos por la pasión que nos genera la radio – esa exploración constante
de la imaginación- y por la creencia de que modelos de radiodifusión
alternativos resultan de gran aporte al desarrollo cultural de una comunidad.
El tiempo nos ha encontrado conduciendo un
programa de radio llamado Buenos Por Conocer, idea del productor italiano Tito
Lombardi. Este ciclo lo iniciamos en el año 2007, en una emisora de baja
frecuencia (¿FM barrial? ¿Alternativa? ¿Trucha? Nunca supimos bien lo que la
definía) de la localidad bonaerense de San Martín. De un momento a otro la
autoridad de esta radio dispuso su dirección en las manos, el intelecto y la
voz de un profesional del medio, profesión que pudimos constatar cuando éste se
presentó ante nosotros exhibiendo su tarjeta de negocios: debajo de su nombre
se leían los títulos de “Locutor Nacional” y “Profesor de Educación Física”.
Pero el Profesor de Educación Física quería hacer de esta radio una empresa,
una pequeña y/o mediana empresa mediática, basándose en las (sus) premisas de
que el mundo de la radio, desde sus orígenes ha sido ideado y administrado por
profesionales y empresarios que persiguen la acumulación a través de la venta
de publicidad y de espacios: un modelo radial con pocos puntos de encuentro con
nuestra "idea de radio". Entonces, lo primero que reflexionamos fue
si al Profesor le habían contado la historia sobre los “Locos de la Azotea ”. Probablemente
no... De todos modos, no nos fuimos de esa radio desilusionados, al contrario:
aprendimos lo que no queremos hacer de una radio alternativa. Aún más, la
salida de esa reunión significó nuestra entrada al proyecto de Radio Furgón,
una idea que masticamos luego en Radio Atómika, una gran radio de San Martín
cuya coherencia artística y posicionamiento ideológico nos enseñó la
importancia de la acción.
De “los locos de la azotea” a los soñadores del
furgón
Cuando el erudito del mini mercado radiofónico
se refería a la esencia de la radio y nos excluía categóricamente de cualquier
intento de comprensión del fenómeno, su conocimiento nutrido de entonaciones
graves dejaba pasar (o directamente no registraba) una “simple” historia… La
“simple” trama, paradoja mediante, de los orígenes de la radio…
Una noche de agosto de 1920, Enrique Telémaco
Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza coparon la terraza
del Coliseo, instalaron un micrófono para sordos (al que le habían agregado una
bocina), un transmisor de 5 vatios (que por lo precario parecía atado con
alambres) y una antena entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y
Charcas. Gracias a este experimento, pudo escucharse la primera transmisión en
vivo que se hizo a nivel mundial. Los llamaron "Los locos de la
azotea" pues desde las terrazas buscaban obstinadamente lograr que las
voces y los sonidos atravesaran el éter y llegaran a las personas.
No obstante, es entendible que el Profesor
desconozca estos principios exploratorios y fundacionales, pues para él y sus
discípulos los orígenes se hallaban, seguramente, en la proliferación de una
industria que ofrecía un adorable fetiche mercantil.
Indudablemente, estas dos versiones disímiles nos
ayudaron a reflexionar acerca de que tipo de vagón debíamos construir para
iniciar nuestro viaje. Y no tardamos mucho en coincidir que el mismo merecía
ser el furgón: un vagón sin asientos, desestructurado, popular, plural; un
vagón en el cual se pueda ingresar con o sin boleto; un vagón donde entraran
muchas más personas; un vagón donde las voces puedan colgarse sobre la marcha
con la certeza de que sus puertas permanecerán abiertas; un vagón “alternativo”
al tren: ¡un furgón!
Nuestros lejanos amigos de la azotea, se
subieron alguna vez sin tapujos a la libertad, creación y exploración. En ese
entonces, aunque el término no estaba de moda, representaban una expresión… ¿De
lo alternativo? Quienes hacemos Radio Furgón, si bien no podemos compararnos con
ellos, procuramos al menos rescatar el espíritu de experiencia libre y creativa
que los “cuerdos” de la empresa les robaron a aquellos “locos”. En este
sentido, somos una suerte de soñadores que invitamos a otros tales a subirse a
este furgón alternativo cuya ruta tiene un principio difuso y un fin
infinitamente inexistente…Pero aún necesitamos poblar cada vez más nuestro
vagón, porque estamos convencidos que es posible avanzar en el proyecto de una
comunicación más “loca” que “cuerda”, aunque más libre que esclava…
Durante el viaje escuchamos rock
En Radio Furgón “hacemos radio al andar”… Pero
no nos conformamos con la vieja “ilusión mcluhiana” de que lo alternativo puede
surgir del mismo medio. Buscamos, en cambio, un campo mucho más amplio donde el
medio –en tanto soporte tecnológico en sí mismo- ya no es el único objeto en el
que se focaliza lo comunicacional.
Transitando este camino -quizás el más largo-
iniciamos nuestro viaje por las vías de internet en Agosto de 2010. Desde aquel
momento, trabajamos en forma paralela en la construcción de las instalaciones
de Radio Furgón que, a partir el 15 de Marzo de 2012, podemos disfrutar
plenamente. Hoy, nos enorgullece contar con el flamante estudio de radio “Joey
Ramone” y con el sector de bandas “Pocas Palabras”, con equipos para tocar en
vivo durante cualquier transmisión radial.
Nuestro camino se construye al andar. Paradoja
o no del destino, partimos de una estación virtual, soporte que hoy representa
el punto de llegada de las trasmisiones radiales. Por eso coreamos la canción
de La Renga
-idea también de Nieztche -: “...El final es donde partí...". Y ahí vamos…
Y sabemos que transitar el camino de lo alternativo es una tarea sumamente
compleja, controvertida y que necesitamos música que nos acompañe, no sólo como
un fondo pasivo, sino también como un frente activo en producción artística…
¡Esa música es el Rock! Y los que estén en el
camino, ¡bienvenidos al furgón!
¡Más libres que esclavos!
El 27 de agosto de 1920 se realiza en Argentina
la primera emisión de radio. Un grupo de jóvenes radioaficionados son los
responsables de poner al aire la Ópera Parsifal de Wagner desde el teatro
Coliseo de Buenos Aries y pasaron a la historia con el nombre de “Los locos de
la azotea”. Se trataba del medico Enrique Susini junto a tres estudiantes de
medicina: su sobrino Miguel Mujica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero
Carranza. Aun se discute si fue o no la primera transmisión radiofónica del
mundo ya que por aquellos días algunas experimentaciones parecidas se estaban
realizando en Estados Unidos y Europa. Pero más allá de esto, lo cierto es que
en aquel 27 de agosto de 1920 se estaba dando inicio a la radiodifusión ya que
desde el Coliseo, en aquella oportunidad, se realizo una transmisión con la
finalidad de ser captada por un público masivo, con intenciones de continuidad
y sin objetivos exclusivamente bélicos. Aquel 27 de agosto de 1920 entre las 21
y la medianoche, Enrique Susini daba el puntapié inicial a aquella historia:
“Señoras y señores: la
Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro
de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono
Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara Cesar, todos con la orquesta del
teatro Costanzi de Roma ´, dirigida por el Maestro Felix Von Weingarten”.
locos
El mundo estaba revolucionado por aquellas
primeras décadas del Siglo XX. En 1917, desde Rusia llegaba la noticia de que
una gran Revolución llevaba a los trabajadores al poder dirigidos por el
Partido Bolchevique. Esta gesta daba inicio a un enorme proceso revolucionario
en Europa que llegará hasta el corazón de Alemania, donde su poderosa clase
obrera, también como en Rusia, pone en pie sus propios organismos de poder, los
soviets o consejos obreros, y jaquea a las clases dominantes en ese país. En
Argentina, en 1918, los estudiantes cordobeses, despiertan la simpatía de
Latinoamérica y el mundo, cuestionan el régimen elitista y oscurantista de la
educación superior e imponen una Reforma Universitaria. Un año después, en
1919, los obreros de la fabrica metalúrgica Vassena en el barrio de Pompeya en
Buenos Aires, encabezan el levantamiento conocido como “La Semana Trágica ”,
aplastada a sangre y fuego por el gobierno radical de Hipólito Irigoyen.
Nuestro país no estaba ajeno al “espíritu de la época”. Contradictoriamente el
proyecto “modernizador” de la oligarquía argentina y su modelo agro exportador
sentaba las bases para el surgimiento de una nueva clase obrera, en su mayoría
inmigrante, que traía a estas tierras la inspiración de nuevas ideas, como las
socialistas o las anarquistas. Surgía una fuerte clase media urbana,
fundamentalmente en Buenos Aires, que se transformaba en vehiculo de lo mas
avanzado de la ciencia y la técnica, de la cultura a nivel mundial, con
aspiraciones de ascenso social y una voluntad innovadora y creativa.
“’Los locos de la azotea’ serán hijos de
aquellos años”. Su invención experimental, la Radio , también. Desde entonces, La Radio penetró en la vida de
millones de personas y se transformó en el medio de difusión e información por
excelencia, que solo fue alcanzado por la aparición y posterior masificacion de
la televisión. La vida social, cultural y política del país tuvo a la radio
como instrumento y testigo ineludible. Hoy, a pesar del lugar ocupado por la
televisión, el desarrollo de las telecomunicaciones y los medios digitales, La Radio sigue teniendo un alto
nivel de inserción en la vida social. Se calcula que le 99 por ciento de los
hogares argentinos tiene un radio-receptor.
Esto choca con otra realidad, que es la
monstruosa concentración de los medios de información y difusión en manos de un
puñado corporaciones y grupos que concentra la propiedad de los llamados
multimedios. Si bien es una tendencia internacional, basta poner solo algunos
ejemplos en Argentina donde dos grupos como Clarín y Telefónica mantienen el
control más importante sobre el sistema infocomunicacional, a través de la
telefonía básica y celular, Internet, televisión, radios, diarios y papel
prensa, entre otras cosas. Esto representa una verdadera amenaza contra la más
amplia libertad de expresión, para que verdaderamente se expresen las
necesidades y los sueños de los trabajadores y mayoría de la sociedad. Aquella
invención genial de los “Locos de la azotea” en 1920, será profundamente
homenajeada y tomara un nuevo y mas profundo valor cuando millones de voces
acalladas encuentren que se merecen en la Radio y en los medios de comunicación.
La metáfora de Joey y Ronnie
No resulta, en absoluto, consecuencia del azar
el hecho de recurrir a Joey Ramone y Ronnie Biggs, así como hemos apuntado
anteriormente a los “Locos de la
Azotea ”. Indudablemente, la elección es arbitraria y, más que
como una operación para revindicar virtudes y principios, funciona como una
suerte de metáfora de nuestros sueños radiofónicos.
Por tal motivo, por un lado aparece nuestro
“profeta” varias veces desterrado Ronnie Biggs, autor del llamado “Robo del
siglo” a un tren en las afueras de Londres, donde la astucia y el ingenio
creativo transformaron a la violencia de un robo en una suerte de obra
artística del delito. Obviamente, repudiamos cualquier manifestación delictiva.
No obstante, rescatamos alegóricamente, la creatividad, la obra proyectada y,
por supuesto, el tren (¡el furgón!) que Ronnie desenganchó y dejó tirado en
Villa Ballester junto a sus relaciones con los Sex Pistols, The Clash, Die
Toten Hosen e, incluso, Los Violadores.
Por otra parte aparece nuestro tan querido Joey
Ramone, ejecutor de una obra en apariencia simple, aunque profunda y rica en
varios aspectos. Aquella importancia de la acción en tanto simultaneidad de la
teoría, aquella premisa implícita del “hágalo usted mismo”, terminó por
convertir a tres acordes en una obra de un valor (al menos para nosotros)
inconmensurable. Y en Radio Furgón buscamos, aunque sin las aspiraciones de
“pasar a la historia”, generar un espacio donde lo humilde, y en apariencia
simple, se transforme en un proyecto duradero y sólido que, más allá de toda
teoría, persiga la acción y puesta en práctica de nuestros anhelos radiofónicos.